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Ozy Media: el nuevo fraude que remece a Silicon Valley
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En la tarde del 2 de febrero de 2021, en pleno invierno neoyorquino, tres ejecutivos de la división de Asset Management de Goldman Sachs entraron a una videoconferencia de Zoom para reunirse con Alex Piper, uno de los gerentes más importantes de YouTube Originals, área dedicada a la creación de contenido exclusivo para la red social.
El objetivo de la reunión era conocer detalles de Ozy Media, un medio de comunicación digital especializado en contenido multiplataforma con una fuerte base de usuarios en la página de videos.
¿Pero por qué el banco de inversión más grande del mundo quiso conocer información sobre Ozy? Porque estaban a punto de cerrar una inversión por US$ 40 millones en la startup.
Los banqueros esperaron unos minutos hasta que Piper les comunicó que tenía dificultades técnicas para entrar a la videoconferencia. Les propuso que se cambiaran a una llamada tradicional: sin cámaras ni internet de por medio. Los ejecutivos de Goldman aceptaron y contestaron la llamada de Piper. El gerente de YouTube se presentó y les contó sobre los buenos resultados de Ozy en la plataforma.
Pero todo -la llamada, los resultados e incluso Piper- era falso.
A mitad de la reunión los trabajadores de Goldman Sachs notaron que la voz de Piper comenzó a cambiar, como si estuviera siendo alterada digitalmente. Cuando terminó la llamada, uno de ellos le escribió un correo a la asistente del ejecutivo de YouTube para cerciorarse de que era él. Minutos después le respondieron que Piper nunca se había reunido con Goldman.
Ahí se dieron cuenta de que todo había sido un fraude. Las alarmas en ambas compañías se encendieron y se pusieron a investigar quién había suplantado al gerente de YouTube. El banco de inmediato desechó la idea de invertir en Ozy.
Valorización de US$ 159 millones
A los pocos días todo se confirmó internamente: la persona detrás de la suplantación había sido Samir Rao, cofundador y gerente de operaciones de Ozy Media.
Si bien la polémica se mantuvo bajo siete llaves en el banco y YouTube, Ben Smith, un columnista del The New York Times, publicó todos los detalles del caso el pasado 26 de septiembre.
En cuestión de horas se generó una batahola de críticas hacia Ozy Media, firma que fue fundada en 2013 por Rao y Carlos Watson (CEO), un ex banquero de Goldman Sachs y antiguo conductor de MSNBC y CNN. Ambos construyeron esta compañía en 2013 con la idea de estrenar un talk show digital.
En ocho años crearon programas de televisión, podcasts, newsletters e incluso festivales de música en el Central Park. También firmaron contratos millonarios con Amazon Prime, Hulu y en 2020 ganaron un Emmy por un show transmitido en la Oprah Winfrey Network.
La firma levantó capital en 2014 y 2019. En su última ronda recaudaron US$ 35 millones del empresario marroquí Marc Lasry, del banco de inversión LionTree y la compañía de radio iHeart Media. Según el sitio de datos PitchBook, Ozy logró levantar más de US$ 83 millones en total y estaba evaluada en US$ 159 millones.
El reportaje también destacó que la firma abultó, desde 2015, sus cifras de audiencia para conseguir mejores contratos de publicidad. Además, se informó que en 2017 compraron tráfico web de “fuentes de baja calidad” para que su contenido se abriera sin el conocimiento del lector.
“Ozy no se basa en mediciones estándar de tráfico, pero el servicio más conocido, Comscore, no muestra nada parecido a las afirmaciones públicas de la empresa. Según Comscore, Ozy llegó a casi 2,5 millones de personas durante algunos meses en 2018, pero solo a 230.000 personas en junio de 2021 y 479.000 en julio”, indica el reportaje del Times.
A las pocas horas de la publicación del reportaje, Watson renunció al directorio de NPR, uno de los medios de comunicación públicos más importantes de Estados Unidos. También suspendieron a Samir Rao, diciendo que el cofundador de la empresa había sufrido “problemas de salud mental”.
Tres días después, el viernes 1 de octubre, producto de las críticas y las implicancias legales del caso, la empresa comunicó que cerraría sus puertas. Sin embargo, este lunes todo cambió: el mismo Watson desechó el anuncio y señaló que Ozy Media seguirá operando.
“Creemos que podemos aportar y seguir mejorando”, dijo en su primera entrevista en televisión abierta con Today, el matinal de NBC. Sin embargo, el feed de la compañía todavía no ha sido actualizado.
De hecho, Watson indicó que estaba feliz de que no se hubiera concretado la inversión con Goldman Sachs y que ya dejaron todo atrás. “Incluso hemos cerrado grandes acuerdos comerciales con ellos”, destacó.
Hoy por hoy, en los círculos de venture capital de Estados Unidos, el “Caso Ozy” es tema obligado: la startup ingresó al selecto grupo de compañías emergentes que sacudieron Silicon Valley.
Los casos más emblemáticos son Theranos -donde Elizabeth Holmes, su fundadora, mintió sobre un producto de análisis de sangre- y WeWork, la compañía de Adam Neumann que cometió una serie de irregularidades administrativas y financieras para conseguir el financiamiento de Softbank. La firma llegó a ser valorada en más de US$ 47.000 millones y hoy cuesta menos de US$ 10.000 millones.
A pesar de eso, Watson dice que el artículo del Times fue malintencionado y que Ben Smith, su autor, lo escribió como una vendetta: “Lleva mucho tiempo tratando de ‘bajarnos’. Él trabajó en Buzzfeed y hace dos años quiso comprar Ozy Media por US$ 225 millones. Rechazamos dos veces la oferta. Luego, renunció a Buzzfeed y escribió el reportaje”.